¿Qué es la dermatitis atópica?
Definición
La dermatitis atópica es una condición que afecta a la piel de un modo global, provocando sequedad, picor intenso, eccemas, lesiones por rascado, y una mayor facilidad para las infecciones cutáneas. La dermatitis atópica suele aparecer en la primera infancia, permanecer unos años, y en la mayoría de los casos resolverse. Algunos pacientes la mantienen el resto de su vida con brotes intermitentes. También existen casos en los que la Dermatitis atópica debuta en la vida adulta. En general, la dermatitis en el adulto es más grave que la de la infancia, aunque actualmente se pueden paliar los síntomas con tratamientos para prevenir la picazón, las rojeces, la piel seca, etc.
Causas y síntomas
La causa de la dermatitis atópica es una reacción en la piel, es decir, una especie de respuesta del sistema inmune a la agresión de un agente externo a la piel. Aunque no se ha conseguido identificar un causante único, existen factores que se han demostrado decisivos a la hora de empeorar los síntomas como: alergia al polen, aire seco en invierno, procesos catarrales, estrés, piel seca, ciertos perfumes, etc.
Los síntomas principales de la dermatitis atópica (eccema) aparecen en forma de rojeces cutáneas que también pueden tener un color marrón grisáceo. Las principales zonas afectadas suelen ser manos, pies, zona del escote, cuero cabelludo, etc.
¿Cómo se puede prevenir la dermatitis atópica?
El principal factor que puede arrojar luz sobre la predisposición a padecer dermatitis atópica tiene que ver con la genética. Lo más cerca que se está de la causa del trastorno cutáneo es la variación genética que merma la capacidad protectora de la piel en ciertas ocasiones y ante ciertos desencadenantes. Normalmente es más fácil que se manifieste el eccema cuando hace frío, cuando la piel está excesivamente seca, cuando se usan jabones que no son suaves e irritan la piel, etc.
Los tratamientos actuales intentan encontrar el desencadenante para poder reducir la frecuencia de los brotes. Las cremas hidratantes proporcionan un buen resultado si se usan para humectar la piel un par de veces al día, en bebés se usa incluso la vaselina a modo preventivo.
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