El melanoma, un tipo agresivo de cáncer de piel, puede generar muchas preguntas y preocupaciones, especialmente en relación con la exposición al sol. Una creencia común es que una persona con melanoma u otro tipo de cáncer de piel debe evitar por completo el sol y renunciar a actividades al aire libre como disfrutar de la playa, practicar deportes acuáticos o de montaña. Sin embargo, esta afirmación no es del todo cierta. Aunque es esencial ser cautelosos y protegerse adecuadamente, tener melanoma no significa que deba vivir confinado en interiores.

 

La importancia del sol

El sol es una fuente esencial de vitamina D, la cual es crucial para la salud ósea y el funcionamiento del sistema inmunológico. Además, la exposición moderada al sol tiene beneficios para el estado de ánimo y el bienestar general. La clave está en disfrutar del sol de manera segura y evitar las quemaduras solares, que son un factor de riesgo importante para el desarrollo y la progresión del melanoma o cualquier otro tipo de cáncer de piel.

 

Protección solar: tu mejor aliado para el melanoma

Para las personas con melanoma o cualquier otro tipo de cáncer de piel, la protección solar es fundamental. Esto no significa evitar el sol por completo, sino aprender a protegerse adecuadamente:

Uso de ropa protectora

Optar por ropa de tejido apretado y colores oscuros puede ayudar a bloquear una mayor cantidad de radiación ultravioleta (UV). Existen también prendas específicas con protección UV que son muy eficaces. Las camisas de manga larga, pantalones largos y sombreros de ala ancha son excelentes opciones para proteger la piel del melanoma.

Gorras y sombreros

Proteger el rostro y el cuello con gorras y sombreros de ala ancha es crucial, ya que estas áreas están constantemente expuestas al sol. Los sombreros ofrecen una barrera física contra los dañinos rayos UV y reducen significativamente el riesgo de quemaduras solares en la cara.

Filtros solares

El uso de filtros solares es indispensable. Se recomienda aplicar un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30. Es vital aplicarlo generosamente en todas las áreas expuestas de la piel, y volver a aplicarlo cada dos horas o después de nadar o sudar. No olvides proteger también los labios con un bálsamo labial con FPS.

Actividades al aire libre

Playa y deportes acuáticos

Disfrutar de la playa y los deportes acuáticos es posible si se toman las medidas adecuadas. Además de usar ropa protectora y filtro solar, es aconsejable buscar sombra siempre que sea posible y evitar la exposición solar directa durante las horas pico (entre las 10 a.m. y las 4 p.m.), cuando los rayos UV son más intensos.

Deportes de montaña y senderismo

Para aquellos que disfrutan de actividades como el senderismo y los deportes de montaña, es importante recordar que la altitud incrementa la exposición a los rayos UV. Además de las medidas mencionadas, usar gafas de sol con protección UV puede prevenir daños oculares.

 

Importancia de revisiones médicas

Las personas con antecedentes de melanoma o cáncer de piel deben mantener un seguimiento médico regular. Las revisiones periódicas permiten detectar cualquier cambio en la piel de manera temprana y tomar las medidas necesarias de inmediato.

 

Conclusión

Tener melanoma no significa renunciar a disfrutar del sol y las actividades al aire libre. La clave está en adoptar hábitos de protección solar adecuados para minimizar los riesgos. Con ropa protectora, gorras, filtros solares y revisiones médicas regulares, es posible vivir plenamente y disfrutar de la naturaleza de manera segura. Recordemos que el sol es esencial para la vida, pero nuestra responsabilidad es aprender a convivir con él de manera consciente y protectora.

La Dra. Lara Ferrándiz, una de nuestras especialistas, nos habla sobre ello:

 

Si quieres conocer más detalles sobre el melanoma pincha aquí: Melanoma

Conoce a nuestra dermatóloga, la Dra. Lara Ferrándiz