¿Qué es el melasma y qué lo causa?
El melasma es una forma de pigmentación que se produce en la piel tras la exposición al sol. Suele observarse en personas que se exponen al sol con frecuencia. Éste puede aparecer de muchas formas diferentes, como manchas marrones oscuras, rojas o blancas. Este tipo de manchas se producen por una hiperpigmentación de la piel.
El melasma se produce con mayor frecuencia en la cara, pero también puede aparecer en el pecho, las manos u otras zonas del cuerpo. La causa del Melasma no se conoce bien, pero los expertos creen que hay varios factores que pueden desencadenar la afección. Estos factores que pueden desencadenar la aparición de melasma son: la genética, cambios hormonales (típico en el embarazo), la edad, la propia alimentación y la exposición al sol principalmente.
¿Qué tipos de melasma existen?
Hay tres tipos de melasma: el melasma epidérmico, el melasma dérmico y un melasma mixto que abarca las dos anteriores.
Melasma epidérmico: Es el más visual ya que afecta a la capa más expuesta de la piel y los colores de las manchas se parecen a los lunares por su color marrón con bordes.
Melasma dérmico: Afecta a las capas más profundas de la piel y su color se caracteriza por ser grisáceo.
Melasma mixto: Es una mezcla de ambos y es el más difícil de tratar y eliminar.
¿Cómo se trata el melasma?
El melasma puede tratarse con una combinación de cremas, medicamentos y láser. Sin embargo, es importante comprender que el melasma es un trastorno bastante persistente y que muchas personas nunca consiguen una remisión completa. De ahí que en los casos más graves se recurra al láser (luz pulsada), aunque este último tratamiento puede ser perjudicial para la piel que puede ser dañada con estos tipos de láser agresivos.
El tratamiento del melasma suele consistir en el uso de un agente activo que bloquea la producción de melanina o en el uso de terapia lumínica para reducir la gravedad de los síntomas
¿Cómo prevenir el melasma?
Utilizar un protector solar y evitar el sol cuando sea posible también puede ayudar a prevenir el melasma. Adoptando un enfoque proactivo respecto al melasma, podemos ayudar a minimizar la aparición de esta difícil afección cutánea.