¿Cómo se trata la hidrosadenitis?

La hidrosadenitis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta principalmente las glándulas sudoríparas apocrinas. Se caracteriza por la formación de nódulos, abscesos, fístulas y cicatrices en áreas del cuerpo con mayor concentración de estas glándulas, como las axilas, las ingles, los genitales y las nalgas. Aunque la causa exacta de la hidrosadenitis no se conoce completamente, se cree que factores genéticos, hormonales e inmunológicos desempeñan un papel importante en su desarrollo.

La Dra. Lara ferrándiz, médico especialista en dermatología y miembro de Dermapeople, nos cuenta en el siguiente video cómo detectarla.

 

La hidrosadenitis puede afectar a personas de cualquier edad, pero suele aparecer en la adolescencia o en adultos jóvenes. Afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque hay evidencia que sugiere una mayor prevalencia en las mujeres. Además, ciertos factores de riesgo pueden aumentar la probabilidad de padecer hidrosadenitis, como la obesidad, el tabaquismo y la presencia de enfermedades subyacentes como la enfermedad inflamatoria intestinal.

En España, se estima que la hidrosadenitis afecta aproximadamente al 1% de la población. Sin embargo, debido a la falta de conciencia y diagnóstico erróneo, es posible que haya casos no reportados, lo que indica que el porcentaje real de personas afectadas podría ser mayor.

El tratamiento de la hidrosadenitis se enfoca en aliviar los síntomas, prevenir la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente. El abordaje terapéutico puede variar según la gravedad de la enfermedad y las necesidades individuales de cada paciente. 

Algunas opciones de tratamiento incluyen:

  1. Medidas de autocuidado: Se recomienda mantener una buena higiene personal, evitar la fricción y la sudoración excesiva, y usar ropa suelta y transpirable.
  2. Medicamentos tópicos: Se pueden utilizar cremas o ungüentos que contengan ingredientes antiinflamatorios o antibióticos para reducir la inflamación y prevenir infecciones secundarias.
  3. Antibióticos: En casos de infección aguda o exacerbaciones, se pueden recetar antibióticos orales o sistémicos para controlar la infección.
  4. Terapia hormonal: En algunos casos, se puede considerar la terapia hormonal para controlar los síntomas, especialmente en mujeres con hidrosadenitis relacionada con las hormonas.
  5. Cirugía: En casos más graves o recurrentes, puede ser necesario recurrir a la cirugía. Los procedimientos quirúrgicos pueden incluir drenaje de abscesos, escisión de lesiones y, en algunos casos, incluso la eliminación de las glándulas sudoríparas afectadas.

Es fundamental buscar atención médica especializada en dermatología para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado. El dermatólogo es el especialista capacitado para evaluar y tratar la hidrosadenitis, brindando una atención integral y personalizada para mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por esta enfermedad cutánea crónica.